martes, 27 de noviembre de 2012

NO HAY NADA EN EL DESIERTO...


Esta semana la porción del Zóhar se llama Bemidbar (En el desierto). Como sabemos, la clave para entender la energía que está en reserva para nosotros cada semana está a menudo contenida dentro del nombre de la porción semanal.
¿Qué significa para nosotros“en el desierto”? La respuesta es: nada. Si piensas en un desierto, nada enraíza, nada crece. Imagina una planta rodadora que pasa de largo. Pues ésa es la clave. Lo que quiero decir no es que debemos tratar la vida como si estuviéramos simplemente pasando de largo, sino que ¡debemos dejar que nuestro dolor y nuestro sufrimiento pasen de largo!
Una persona verdaderamente espiritual es alguien que sabe que es la causa y no el efecto en la vida. En términos prácticos, esto significa que nadie puede hacernos nada, puesto que nosotros creamos nuestra realidad a través de nuestras palabras y nuestras acciones, ya sean de esta vida o de una previa. Aunque nos esforcemos para ser seres humanos espirituales y conscientes que comparten, nuestra incapacidad para perdonar a los demás, o a nosotros mismos, va en contra de las leyes del universo

Mi pasado ya no me tiene prisionero: pesares pasados, traumas previos, dolor y sufrimiento.
Yo creo en milagros y en un futuro lleno de alegría.
¿Adquiero el valor de dejar ir y soltar!
Me desprendo.
De todo.
Punto.

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