lunes, 12 de febrero de 2018

COMO ENTENDER ESA FUENTE DE ENERGÍA LLAMADA DINERO...♥



Francisco Cáceres Senn
Dinero. ¿Quién no quiere más del que tiene?

Carlos Slim, tal vez…

Bill Gates, quizás…

Usted, a lo mejor…

Pero lo que sí casi le puedo asegurar es que muchas personas que lo desean no aceptan el desearlo. Se les hace inmoral desear dinero, más dinero.

Yo crecí, tal vez como usted, con palabras de mi padre del tipo “cochino dinero” o “podrido en dinero” o “lo único que quiere es dinero (en tono despectivo)”.

Mi padre odiaba el dinero y siempre quiso tener más, pero no pudo.

Dos historias más…

Recientemente recibí una llamada de una persona cercana con la que hacía varios años no tenía relación alguna. Me saludó con tono más que cariñoso y procedió a relatarme los pormenores de sus años más recientes.

Al final de la llamada y de manera más que sutil, me comentó de ciertas personas que por mi culpa lo estaban pasando mal económicamente. “Ahí está”, pensé. De nuevo, después de años de no hablarme y yo sabiendo los sentimientos verdaderos que esta persona siente por mi (muy lejos del amor y del afecto sincero), estaba tratando de obtener lo que parecen todos odiar, dinero.

Estuvo dispuesta a llamarme, elogiarme falsamente, modificar su tono de voz para parecer víctima, hablar con alguien a quien no quiere. Y todo, ¿por qué? Por dinero.

Obviamente, si me llama diciendo “Te llamo a pesar de que me das asco y cada vez que me preguntan que si te conozco, lo niego rotundamente, pero necesito dinero y quiero que tú me lo des” o algo por el estilo, no estaría yo muy dispuesto a soltar la plata, ¿cierto?

Se puede pensar que esta persona no tiene dignidad y que por algo tan despreciable como el dinero, usted y yo no tomaríamos el teléfono y haríamos esa llamada. Humillante.

No estoy tan seguro.

¿Dónde está el problema?

Yo no soy un genio, pero creo que el problema está en nuestra relación con el dinero. Y sobretodo con la aceptación de que sí lo queremos.

Vamos, creo que tenemos que aceptar con toda nuestra alma y con toda nuestra intención que sí queremos dinero, más dinero, mucho más dinero. Tanto que no sepamos qué hacer con él.

¿Todavía piensa que esto último es posible? No sea ingenuo, siempre sabrá qué hacer con él, no importa qué tanto tenga.

Creo que el problema no está en hablar con alguien a quién no queremos, si no en no ser honestos. Hoy en día, yo acepto que hacer la llamada es correcto si se dice algo así como “reconozco que no te quiero ni me caes bien y a pesar de ello, creo que tenemos algunos asuntos relacionados con dinero que quisiera discutirlos contigo…”

Fuera dignidad, sentimientos de humillación y todas esas interpretaciones. Reconozco que sí quiero dinero. Punto. Puede que lo obtenga, puede que no, pero lo intenté honestamente.

Es como un hombre que no reconoce que desea a una mujer por miedo a que dicha mujer no le corresponda. No es la mejor estrategia para conseguir pareja, créame.

Los vendedores tratamos como damas a clientes déspotas, insultantes o caprichosos y todo esto, ¿por qué? Ya sabe la respuesta, por dinero. Si conociese la verdadera naturaleza del dinero, no haría falta nada de esto. Pero mientras no la conozca, le recomiendo los siguientes 2.5 secretos de la aceptación del dinero:

1. Acepte de manera total e indiscutible que sí desea más dinero en su vida. Dígale a los cuatro vientos, si es posible.

2. Sea honesto cuantas veces pueda. A esta táctica se le conoce como “diferenciación por honestidad” y funciona muy bien. Distíngase de la competencia al ser usted directo y honesto aceptando que uno de los factores más importantes de la relación con sus clientes es el dinero que va a ganar. Elimine frases como “a mi lo único que me importa es su satisfacción” porque no son ciertas. Sí nos importa la satisfacción del cliente pero no es lo único. Cada vez que no es honesto, lo que está reflejando son sus miedos y nada más.

2.5. Estudie el dinero, lea acerca del dinero, piense en dinero. Vea el DVD El Secreto y estúdielo enterito. Lea el libro de Kiyosaki “Padre Rico”. Esto ayudará a cambiar su conocimiento acerca de la verdadera naturaleza del dinero y aprenderá a generarlo con el mínimo esfuerzo.

Si se obsesiona mucho con el dinero, no se inquiete. Cualquier terapeuta le ayudará gustoso a corregir esta obsesión por unas cuantas monedas.



Fuente: http://www.neuromanagement.net

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